14 de enero de 2011

¡Jacarandosa!

Últimamente solo se escuchan por los pasillos dos temas de conversación. Ante el primero los ojos se iluminan; frente al segundo la mirada se apaga y las cabezas se agachan, tratando de refugiarse inútilmente mediante la táctica del avestruz.

Cuando me mencionan el tiempo, me entran ganas de salir corriendo a la calle; de tenderme al sol, como las lagartijas, debajo de estos asombrosos veinte grados que hacen que podamos ir de manga corta en enero. La calle está llena de gente, de personas que la rebosan, cada una con su historia. Y últimamente, es más fácil sonreir. El sol ayuda; los amigos también. Y esa ficticia sensación de primavera que incita a tirarse en el césped del Retiro con una guitarra y un par de litros de cerveza.

Entonces una esboza una sonrisa, se pone música alegre, y cuando siente que ya no puede soportar estar más tiempo aquí dentro enterrada, se arma de valor y sale a la puerta. Y en ese momento la realidad te golpea, la mirada se nubla, alguien te da una patada en el estómago, y tú le dices adiós al Sol volviendo a enclaustrarte.

Porque el segundo tema de conversación, señores, son los exámenes.

1 comentario:

  1. "Y esa ficticia sensación de primavera que incita a tirarse en el césped del Retiro con una guitarra y un par de litros de cerveza."

    Dime que este finde, por dios...

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