Crecimos con las historias de nuestros padres. Pertenecemos a esa generación que no vivió la Transición, ni las grandes manifestaciones de estudiantes, ni la Movida Madrileña, pero que las siente tan propias como el que más. A los ocho años, en nuestro repertorio de canciones infantiles y éxitos del Caribe2000 (míticos, aquellos veranos) insertábamos involuntariamente trocitos de un Serrat infinito y de una Alaska de pelo naranja que nuestras madres cantaban a voz en grito. Mirábamos a los chicos mayores con esa añoranza imposible de las cosas que nunca llegaron, e imaginábamos sus mochilas y sus archivadores como cajas de sueños y de luchas. La educación os hará libres.
Yo siempre quise ir a la Universidad. Mis padres hablaban de ella como la mejor época de sus vidas, y cada vez que se paraban a recordarlo sus ojos se encendían. Titilaban, como estrellas, y eran ellos y no su voz los que narraban historias de amigos y fiestas, de noches de estudio interminable, de viajes cargados de tan solo una mochila, de ansias, de amores, de eso que nunca nadie consiguió describir completamente y que conocemos por el gastado nombre de juventud.
Y hoy, hoy nos damos cuenta de que nos hacemos mayores. Miramos a los mismos chicos, que de pronto tienen nuestra edad, y descubrimos que somos nosotras las que cargamos las carpetas llenas de sueños. Recreamos las luchas pasadas, para darnos cuenta de que son las mismas que tenemos que continuar en el presente. Y, sin tiempo apenas para percatarnos de ello, nos encontramos sumergidas en lo que, según llevamos dieciocho años escuchando, va a ser la mejor época de nuestras vidas.
Alba y yo nos conocimos en la esperada Madrid, ciudad de nuestros amores, hace tres meses, y vamos a intentar mantener activo este modesto espacio hasta el momento en que acabemos la carrera. Como una pequeña catarsis semanal que venga a decir que, al fin y al cabo, nunca seremos más jóvenes que esta noche.
Qué bien suena ésto. Todas las cosas que me cuenta Alba de Madrid tendrán una ventana .blogspot, y yo ya tengo ganas de leer más después de que esta entrada me gustase tanto.
ResponderEliminarEsto promete bastante. No decaigáis eehh!!
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